Un aparador de cocina es un mueble bajo que generalmente no excede un metro de altura y tiene varios cajones y/o una o varias puertas para almacenar. Tradicionalmente, se fabricaba en madera barnizada, pero hoy podemos encontrarlo en otros materiales que son mucho más baratos, en diferentes colores y acabados que le permiten adaptarse a cualquier estilo decorativo, desde el más clásico hasta el más moderno.
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Los aparadores fueron inicialmente piezas para almacenar todo lo necesario para servir adecuadamente la mesa. La verdad es que pasó unos años de moda y ahora está volviendo a resurgir.
¿Quién no recuerda un aparador unido a una de las paredes y que combine con el resto de los muebles? La edad de oro, los años 60-70, cuando era una pieza esencial en cualquier comedor.
En décadas posteriores, pasó de moda y durante años se ha considerado un mueble anticuado, algo para demolerlo. Sin embargo, actualmente estamos presenciando un renacimiento gracias a una actualización completa tanto en su diseño como en su uso.
Funcionalidad del aparador de cocina
La función principal de un aparador sigue siendo, por supuesto, la de almacenamiento. Lo más habitual es almacenar todo lo relacionado con la mesa al más puro estilo tradicional: detrás de las puertas, los más coloridos, vajillas y cristalería; y en cajones, manteles, cubiertos.
Por supuesto, si vas a usar estos artículos, debes colocarlos en el comedor, cerca de la mesa para evitar tener que mover este material pesado o delicado a largas distancias. ahorrando esfuerzo y posibles accidentes.
Tipos de aparador de cocina
Cuadrados
Este formato nos permite tener una mayor capacidad de almacenamiento y un toque diferente en términos de apariencia estética. Su diseño grita para ponerlos en pares y se puede colocar detrás de la mesa del comedor o en cualquier otra pared, aunque también se debe decir que solos también se ven geniales.
Su altura es de unos 100 cm, incluso superando el metro según su diseño. Aceptan muy bien poner otros objetos sobre ellos como jarrones o plantas, así que no te cortes con los complementos porque ves el aparador demasiado alto.
Suspendidos
Cuando buscamos ligereza e ingravidez, la solución se encuentra en los muebles suspendidos. Estos dan la impresión de flotar y los hacen más etéreos. No tenga miedo de poner peso en su aparador, solo debe seguir las especificaciones técnicas donde se refleja el peso máximo que admite el mueble y asegurarse de que esté bien anclado a la pared. Piensa que los muebles de la cocina siempre están suspendidos y están ahí para siempre.
Bajos
Perfecto para los minimalistas, su baja altura y anchura los hacen muy agradables a la vista, aunque tal vez no sean tan cómodos para acceder a ellos a diario. Se recomienda guardar los platos en otro mueble y dejar este para objetos de uso menos frecuente.
Su aspecto se asemeja a un banco de televisión, por lo que sus patas, que lo elevan del suelo, le dan un toque de distinción y lo diferencian sutilmente.